Casa HOSTAL Vivienda compartida
En la casa HOSTAL han sido importantes los antecedentes de partida del proyecto, que derivó de un primer encargo de ampliación de una casa existente, en donde se desarrollaban dos viviendas independientes en escasos 45m2 de suelo. La planta baja la ocupaba un inquilino -herencia familiar- y la primera estaba habitada por los cinco miembros de una familia que a lo largo del día, de manera intermitente, se ampliaba con visitas de parientes de carácter eventual. La escasez de espacio había agudizado la gestión de uso de manera que no existían lugares que solo fueran de paso, esta función la asumían las propias estancias que quedaban conectadas entre si. Esta cualidad de la vivienda no había surgido de manera programada, sino que había sido forzada a lo largo del tiempo a medida que cambiaba la situación familiar llevando al extremo estas relaciones. La ampliación de la vivienda fue descartada por problemas de estabilidad, y cuando se decidió demolerla para construir una en su lugar, pensamos, que de alguna manera debía seguir presente en la nueva casa la memoria de la anterior, esa estrategia de rentabilidad del espacio y su adaptación en el tiempo, optimizándola aún más al establecer nuevas relaciones. La nueva vivienda se construye apilando estancias que van desde el fondo hasta la fachada de mayor longitud, espacios de distinto largo condicionado por la geometría del solar, donde variamos la anchura y altura para conseguir que todas las habitaciones sean diferentes. El uso no se define a priori, tan solo las relaciones entre los espacios, su posición y su posible combinación permitirá construir los distintos modos de habitar. La manera en que se configuraba la anterior vivienda, asociando estancias en planta, se ha enriquecido en la nueva con la sección, con un total de diez espacios, conectados entre sí. En esta operación, los elementos de conexión vertical han sido determinantes, ya que su posición actúa en sección como lo hacía en planta la existencia de un paso, una ligera escalera atraviesa todas las plantas introduciendo luz al interior de la casa, su ajustada situación y desarrollo de doble embarque, permite de manera precisa, distribuir los accesos de las estancias de una manera más óptima. Incorporar otras escaleras, permite privatizar estancias al existir múltiples recorridos por la casa. Simples reglas de juego puestas sobre el tablero que nos permitió generar distintas casas en el proceso de negociación con los propietarios. La vivienda derivó, ajena a nuestro antojo, en lo que nos gusta llamar la casa HOSTAL -varias casas dentro de una-. Cada individuo marca el límite entre lo privado y público, que junto con el máximo aprovechamiento del suelo deriva en situaciones extremas, aconteciendo roces inesperados al compartir estancias como el baño…. Un experimento sobre la organización social de los espacios domésticos. El aspecto exterior de la casa proporciona una apariencia austera, un revestimiento oscuro oculta lo barroco de su organización social interior, la repetición del tamaño del hueco de facha azarosa, se dispone atendiendo al interior de cada espacio. La voluntad de la propietaria de utilizar color en los revestimientos interiores se realiza de manera ilusoria, tratando las estancias con pintura reflectante y coloreando la luz con filtros cromados, pudiendo cambiar rápidamente el aspecto de cada habitación, descubriendo en este artificioso proceso la capacidad de introducir en sus paredes la imagen distorsionada del paisaje urbano del exterior. Arquitectos> DJarquitectura (Juana Sánchez, Diego Jiménez) Colaboradores> Ángela Sáez Fotografía> Pablo Fernández Díaz-Fierros |