PREFINALISTA CONCURSO EUROPAN 9, LA LAGUNA ESPAÑA

La propuesta para La Laguna intenta conciliar parámetros que engloban el paisaje, la arquitectura, el espacio público y el espacio privado, para construir y habitar en el respeto directo a una naturaleza muy concreta, en un solar de pendiente variable moldeado por antiguas construcciones agrícolas, en los límites de una ciudad insular, evitando la tangencialidad superflua de lo sostenible o lo energético.

PAISAJE

Al abandonar la labor agrícola van desapareciendo los atributos de paisaje antropizado que lo ligaba a la tradición cultural, enfatizando en la dificultad para recuperarse como paraje natural.

La arquitectura propuesta, como macro estructura, cuya escala la aproxima a patrones propios del paisaje, introduce en este sentido, nuevos valores por su propia morfología y recupera elementos del anterior, como antiguos muros y caminos que apoyan la configuración del espacio urbano. Criterios que tienen en cuenta la convivencia entre el medio físico y la necesidad del hombre de ocuparlo para poder desarrollarse.

Al cubrir parte del suelo liberado se aportan nuevas situaciones de confort al espacio público favorecido por el clima templado de la isla durante la mayor parte del año. Se hace más domestico acercando aspectos de lo privado al espacio público, volver a los vecinos que sacan sin pudor una silla a la calle en una charla nocturna. Para potenciar estas situaciones se acotan parcelas de concesión privada para uso doméstico-huerto, jardín- comercial o turístico que inciden en la necesidad de combinar los usos para garantizar la actividad.

La continuidad del suelo permite también recuperar el manto vegetal con especies autóctonas.

Un paisaje de combinaciónes de convivencia de mestizaje necesario, de acuerdos que concilien a las partes que intervienen.

ARQUITECTURA

Para potenciar la existencia de espacio público atento con el lugar, con el paisaje, con el ecosistema del que va ha formar parte, de superficie de actividad social habitable, la arquitectura construye otro suelo.

La separación entre ambos planos se desarrolla en una planta que permite además adaptarse a la topografía. Esta distancia es clave para que se desarrollen situaciones de intercambio, que van a favorecer a lo público y lo privado, espacios compartidos para definir de manera contemporánea este ámbito de ciudad, capaz de generar una sociedad sostenible que potencie las relaciones entre sus moradores.

La adaptación en altura del nuevo suelo es posible ya que se organiza un sistema en el que se van apilando habitaciones moduladas que responden a programas de vivienda y equipamiento, de manera que se va tejiendo un entramado en el que la vivienda se diluye en equipamiento y viceversa. Esta proximidad e implicación de usos favorece los intercambios sociales y nutre, al espacio urbano liberado, de actividad.

Al ser un sistema extensivo evita la polaridad facilitando el trasiego de actividades dentro del ámbito de la intervención y con la ciudad al no obviar la continuidad de las vías de comunicación.